martes, 7 de julio de 2009

IMAGENES PARA SALVAR AL MUNDO



IMAGENES PARA SALVAR AL MUNDO



A través de la exposición “Calentamiento Global, el agua misterio de la vida” John Tavershima Agberagba busca cambiar la actitud que tiene el hombre hacia el medio ambiente



Beatriz Durán Maldonado / La Razón

Además de su labor de misionero, el padre John Tavershima Agberagba a través de la fotografía busca hacer un llamado de atención a la explotación del medio ambiente.
"Calentamiento Global, el Agua misterio de Vida" es una exposición integrada por 60 fotografías que muestran por un lado al hombre viviendo en armonía con su medio ambiente como en su pueblo natal en Nigeria y por el otro los efectos de la depredación y explotación de la naturaleza por el hombre, que Tavershima acompaña con una serie de textos explicativos de la problemática ambiental, en la Casa de la Cultura de Tampico.
"Una imagen puede cambiar la actitud del mundo" reflexiona el padre John recordando el impacto de algunas fotografías como la famosa imagen de Kim Phuc corriendo desnuda después de haber sido quemada por un bombardeo de guerra. "Esa niñita desnuda, víctima de la guerra sucia de Estados Unidos en Vietnam, así como la de aquella otra niñita, en Sudán, muriendo de hambre mientras un zopilote espera, son imágenes que han movido al mundo, que han ayudado al ser humano a cambiar su mentalidad; desde esa perspectiva, una imagen puede cambiar al mundo". Justamente eso es lo que intenta con esta gran colección de fotografías, que durante los últimos tres años ha capturado o ha trabajado con una técnica de fotocomposición a la que ha denominado “anger” como la tela que se teje en uno de los pueblos Tiv de Nigeria de donde es originario.
Fotógrafo desde que los quince años, cuando por primera vez tuvo una cámara en sus manos, el padre John mira al mundo no solo a través de su lente sino desde una particular filosofía basada en la espiritualidad que le llevó a convertirse en sacerdote católico.

FILOSOFIA TIV

Heredero de una filosofía en la que los animales son sagrados igual que el bosque y toda la naturaleza, el presbítero la compara con la de las comunidades indígenas que conoce desde hace siete años que llegó a México, a la región de la Huasteca: “ellos son más respetuosos del medio ambiente, mucho más que el hombre de la ciudad, todo lo que se hace guarda un equilibrio con la naturaleza”.
Agrega “en la cultura de mi raza -los tivs-, a ningún animal se le mata por diversión o deporte, se les mata por la necesidad de conseguir alimento para el pueblo, y se reparte entre todos”.
Entre las similitudes que encuentra con su propio pueblo es la de ese arte de hacer telas, de tejer. “Para los tivs el anger es la mejor tela del mundo; los mantos que tejen son los más finos y coloridos, con gran imaginación, sus manos dan forma a rojos laberintos rodeados de diminutas flores blancas y negras que adornan la orilla de alguna de sus telas” describe el misionero, “se tejen pocos y solo creaciones especiales: para los tivs todos son artistas porque todos tienen manos, para ellos el arte es el trabajo de las manos” explica antes de inaugurar la exposición ataviado con un anger de color rojo encima de su vestimenta. “Así estoy diciendo que el mundo es mi dueño, a él mi cuerpo va a regresar, el mundo es nuestro dueño, a él vamos a regresar; estoy honrando al mundo como jefe”.


LOS PECADOS CONTRA EL AMBIENTE

Con sus fotografías, el padre Tavershima intenta concientizar sobre el comportamiento que el hombre tiene hacia su propio hábitat, que ve "al mundo como premio que se reparte a pedazos entre los ganadores" denunciando que aún cuando conocemos los efectos de esto no se toman medidas por la falta de voluntades: "la política como práctica para la extracción permanente y los gobernantes como distribuidores del botín", en la que cómplices somos todos de un sistema basado en el concepto de "derechos adquiridos", en la lógica "así ha sido siempre" y en el argumento de "eso es lo que me toca".
En su mensaje, compuesto por texto e imágenes, advierte sobre los efectos de no hacer un alto y reflexionar que en vez de seguir explotando la tierra, de exprimirla sacándole todo hasta que ya no tenga nada, habrá que buscar alternativas que no solo detenga esta explotación sino que se le regrese algo para convertirla en un lugar feliz.
"La necesidad de la energía es una gran tentación de explotar sin límites los recursos en el mundo; en una cultura que ha sido marcada por el antropocentrismo, ignorando la autonomía de los demás seres vivos e inertes, conquistando otros pueblos y someterlos para construir la prosperidad" explica
La pobreza, la muerte indiscriminada de animales, el hambre, el ruido, el agujero en la capa de ozono, son algunos de los temas que aborda en la exposición como efectos del carácter depredador del hombre.
Sin embargo por otro lado apela a lo mejor del ser humano, a través de valores como la fe, la libertad, el amor, que le lleven a una conversión y revertir los efectos producidos en la tierra.
“El reto es cambiar nuestra mentalidad de respeto en vez de explotar, de exprimirlo todo hasta ver todo lo que tiene, para disfrutar el mundo, no para explotarlo ni almacenarlo” señala, “Michael Jackson, que está muerto ahorita, todo lo que dejó tras de él, no se lleva nada”.

LA EXPOSICION

Alrededor de 30 fotografías utilizan una técnica que ha denominado anger, por el tejido de la tela tiv, “así hoy he tejido mis composiciones con la computadora, una obra que me ha tomado tres años para hacer”.
Todo tipo de animales que pasean libremente por las tierras nigerianas se muestran ya sea en una fotocomposición o en imágenes caleidoscópicas entretejidas, “porque los animales representan a las personas y revelan la naturaleza humana”
Además, ha retratado a la gente en actividad cotidiana, tanto en las comunidades nigerianas como de El Pujal, a minutos de Ciudad Valles, donde radica, tras haber visitado países como Senegal, Guinea, Irlanda, Inglaterra a lo largo de 20 años como misionero de la Congregación del Espíritu Santo bajo la protección de la Inmaculada Concepción de la Virgen Maria, fundada hace más de 300 años en Francia. La exposición estará abierta hasta el 16 de julio en la Casa de la Cultura, en la que se encuentra a la venta tanto un folleto para la conservación del medio ambiente como de fotografías, para recaudar fondos para la construcción de un pozo de agua en el rancho “Che-I-Agar”, en Nigeria, donde no se encuentra agua potable, además de otorgar una beca escolar y uniformes para 100 niños.

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