martes, 24 de agosto de 2010

GENOMA MUSICAL DE MÉXICO



Cárdenas descubre el genoma musical de México


Como parte de las celebraciones bicentenarias en Tamulipas se presentó el concierto de Sergio Cárdenas

Beatriz Durán Maldonado
La Razón


Para el compositor y director de orquesta, Sergio Cárdenas la música que se produce en México "tiene que ver con una postura manifestada en el país ante lo que sucede en este país, que aunque tiene influencias de otro lado, es una postura manifestada aquí".
Así se pronunciaba el tamaulipeco minutos antes de que iniciara el concierto 'Genoma Musical de México' en el Teatro Metropolitano, arrancando la gira por Tamaulipas 2010 con la Orquesta Sinfónica de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, dentro de las conmemoraciones bicentenarias.
La música mexicana como todas las demás expresiones culturales no puede sustraerse del origen diverso que ha tenido no solo el país sino las grandes culturas que le dieron vida, tanto la nativa como la española.
"Lo que debe quedar claro, es la herencia natural de la conquista; es inevitable todo lo que llegó de Europa, no solamente lo español" señala el director mexicano cuya batuta puede calificarse como internacional, ya que ha sido titular de orquestas sinfónicas o filarmónicas en países como Austria, México, Alemania y Egipto.
"Si tengo algo que lamentar de las culturas prehispánicas es que no hayamos descubierto, hasta ahora y tal vez no sea posible, saber cómo registraban la notación musical, pero sí podemos darnos una idea, de cómo pudo haber sido", afirma el director que opina que estas culturas tenían una gran amplitud de la concepción humana, simplemente de ver las dimensiones de sus construcciones que tienden a lo cósmico.
En cuanto a los instrumentos señala "los que conocemos, que se han rescatado de excavaciones, al tocarlos, hoy día, generan sonoridades de una fuerza y una contundencia que me parece bastante irresistible, y aún sin saber cómo lo combinaban, pero al saber cómo suenan puede uno imaginarse combinaciones impactantes que, yo quiero imaginar, estaban en las mismas dimensiones de las construcciones y literatura que nos dejaron".
Es así que una gran cantidad de influencias que se han mezclado a lo que Cárdenas denominó "una misma olla, dando un resultado, que hoy, se vuelve bastante complicado, que tiene tantísimos signos de muchas herencias de muchas culturas, que ya es difícil saber donde está la línea que divide donde está lo mexicano".
Aún así, la producción musical mexicana es distintiva "en cualquier dirección, sea de índole folklórica, nacionalista o indigenista, o de vanguardia o de las diferentes corrientes musicales con las que pudieran identificarse esas producciones", reflexionó. "Algunos de los valses mexicanos los han identificado como valses auténticamente europeos, pero el vals mexicano, sí tiene diferencias del vals vienés, porque al llegar a México, la sociedad mexicana lo recibe, los hace suyos, los asimila, los elabora y los transforma".

BOLEROS Y RAP
Para reafirmar esta diversidad y la globalización en la que también está inmerso el país, dentro del programa de esta gira se presenta la pieza "The flower is a key (Un rap para Mozart), que Cárdenas originalmente compuso para el grupo de los 12 violonchelistas de la Filarmónica de Berlín con la letra traducida al inglés del poema del guanajuatense Dyma Ezban, amigo del tamaulipeco. La composición está incluída en la grabación de un disco de la Filarmónica de Berlín, dedicado a la producción musical de América del Norte, en que el mísmisimo director de orquesta y uno de los más cotizados, Simon Rattle, rapea esta versión, la que por supuesto sobresalió entre las composiciones de Glen Miller y Gershwin, de rock, swing, blues, jazz y los temas de broadway. Posteriormente Cárdenas hizo la versión orquestal a solicitud de la Universidad de Bonn, la que se estrenó en Alemania en 2006, misma versión que está en esta gira con la participación del actor Amaury Gutiérrez.
Aunque no es la primera vez que Cárdenas muestra un rap orquestal, sí lo fue para el público tampiqueño en el que generó diversas respuestas, ya que no solo le había antecedido la Sinfonía No. 2 "Oxpaniztli" de C. Huízar y "Mictlán-Tlatelolco" de M. Elías, sino que Cárdenas había abierto el concierto con el Himno Nacional Mexicano, haciendo de la primera parte un gran arcoiris de sensaciones y sentimientos para su audiencia.
Además presentó el estreno mundial "Boleros sin palabras" dedicada al maestro Pedro Banda, cuyo óleo "Ensayo feliz" estaba reproducido en la contraportada del programa de este concierto que fue un regalo para el público por parte del gobierno del estado a través de la Comisión Organizadora para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana.

CONMEMORACIONES
"Creo que se tiene poca conciencia de la importancia de tener una sociedad económicamente productiva, en paz, y con respeto de los derechos a terceros, cualquiera que sea, derechos de todos, a la vida, a las preferencias, a la educación, a la religión, en fin, todo" reflexiona y continúa "cuando eso se aplica, entonces uno ama al país, a la comunidad en la que está viviendo, no porque Benito Juárez haya existido, no estoy negando ninguna grandeza a Benito Juárez, en su momento sin duda alguna hizo una contribución tan histórica que sigue vigente, pero eso no es el punto". "Cada vez que vamos a otro país y escuchamos una canción mexicana, cómo reacciona nuestra emoción, no reacciona porque sepamos de Benito Juárez o de Miguel Hidalgo, eso es lo que hay que enfatizar", concluyó.

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